Que onda con ser un pelotudo…

Hace muy poco visite a unos amigos, de esos que no ves mas de dos o tres veces al año pero, son esos amigos de la infancia que en general se parecen mas a uno que cualquiera de los congéneres que nos rodean ya en nuestra vida adulta, me gusta la amistad con ellos porque por mas que pasemos años sin vernos cuando nos reunimos nuevamente es como sir retomáramos nuestra amistad en el punto exacto donde la dejamos antes, como si en el medio nada hubiera pasado. Con estos amigos uno generalmente es mas de hablar al pedo, de los temas que nos aquejan siempre como es lógico, hablamos de las mujeres, de sexo, de las mujeres, nuevamente de sexo y ocasionalmente hablamos de fulbo, pero mas que nada hablamos de nuestros problemas “maritales”, bueno el tema es que empezas a tomar y el estado etílico comienza a hacerse notar como venís hablando de mujeres y estas entre amigos, por ahí bajas la guardia y se te escapa un: “yo soy un boludo porque a mariana la perdí, por cagón, si yo en realidad también quería casarme hace rato” o en su defecto “y si que no me va a dejar si la engañe con un travesti” y recen no escuchar algo como: “a alguien le paso que después de coger le den ganas de que les hagan…”. Pero bueno lo que saque en limpio luego de varias funestas y sumamente olvidables confesiones, fue que todos estos tipos, hombres grandes ya pisando los 30 años, con trabajos fijos y excelentes personas, todos tenían una tremenda y afincadísima actitud, un innegable factor que los unía, todos le huían al compromiso amoroso tal ratas del agua, lo peor de todo era que aunque me costara admitirlo, eran mis iguales, yo también era uno de ellos pasa que como estaba con remedios yo no había tomado tanto como para declararlo abiertamente.

Tratando de hacerlos sentir mejor, a ellos y seguramente a mi también, improvise aquella noche de asado, vinito y lagrimas, el siguiente humilde, brevísimo pero sentido ensayo.

Una vez leí en un libro del gordo Lanata, donde trataba de descifrar el alma de los argentinos en sus facetas mas generales, uno de esos aspectos, el que mas llamo mi atención aseguraba que a los argentinos nos costaba comprometernos, el justificaba, como podemos comprometernos? Si vivimos en un país donde de un día para otro, nos quedamos sin trabajo, perdemos nuestros ahorros, renuncia el presidente, cambiamos de política, o sea vivimos en un país donde ya nada nos sorprende, este quizás sea un pensamiento nuevo para muchos así que para hacerlo mas grafico e imaginemos lo siguiente: Sosa se levanta como todos los días 15 minutos antes de su estricto horario de entrada al trabajo, se viste, se cepilla los dientes, toma el primer comestible que se cruce delante de su campo de visión y parte impasible, dispuesto recorrer las 8 cuadras que lo separan de su puesto de trabajo, caminando por la calle no nota nada extraño, llega a su oficina, se prepara sus religiosos mates, se coloca sus auriculares y ocho horas mas tarde, emprende su apacible vuelta al hogar, una vez en su casa deja su bolso sobre un mueble cualquiera y se sienta frente a su PC con el plan de distraerse de su trabajo que casualmente también realiza frente a una PC, en eso su teléfono suena, el ya sabe quien llama porque lógico que sus padres son los únicos seres humanos en su vida que no han podido descifrar la relación costo beneficio del correo electrónico. Sosita apacible como siempre toma su teléfono y dice sin escuchar nada antes “hola mami”, ella responde “como sabias que era yo”, el contesta “no se viejita, me imaginé”, ella pregunta como se encuentra el como esta el trabajo y todas esas preguntas comunes con mayor presura de lo normal, hasta que sin mayores ceremonias pregunta “¿no viste lo que paso?”, en ese preciso instante el argentino se diferencia cualquier otro ser humano del mundo que automáticamente respondería “no madre, ¿Qué pasó?” no, no señores el argentino en un automático velocísimo e incontenible acto repasa en una milésima de segundo todos los fatídicos hechos históricos de nuestra joven nación (no hace falta aclarar que todos ellos fueron uno mas terribles que el otro) en ese resume y a la vez repaso socio económico, desprende unas tres sino cinco posibilidades (la cantidad de opciones dependerá de la creatividad y el negativismo que el argentino posea) las que se me ocurrieron a mi la ultima vez eran las siguiente:

- EEUU finalmente termino su abastecimiento de petróleo para el próximo milenio y ha decidido hacer lo mismo con el agua, así que nos han invadido y las fuerzas militares argentinas, en vez de enfrentar la invasión enemiga, se han sumado a esta y van a la vanguardia del ataque norteamericano.

- Se ha descubierto que la casa rosada en realidad era un holograma y que nadie lo había notado por las rejas que la rodean, el tema era que estaba hecha de un ladrillo especial que cotiza altísimo en el exterior así que parece que durante los partidos de argentina en la ultima copa del mundo, cuando todo el mundo miraba la tele, unos inmigrantes ilegales, contratados por el propio gobierno, llevaban ladrillo por ladrillo hasta un barco que estaba amarrado ahí en frente a la costa nomás. El vocero oficial ha dicho que luego de analizarlo detenidamente han comprobado que al final no era buena idea poner la casa de gobierno a 500 metros del mar.

- El actual presidente ha renunciado luego de una escandaloso anuncio que involucraba, a la primera dama, el ministro de turismo y un joven chino de reputación dudosa, lo ha reemplazado el candidato que hubiera conseguido el 0,03 puntos de votos en las ultimas elecciones, este nuevo presidente ha declarado el cese de pagos y ha renunciado todo en el mismo discurso, pero no hay nada de que preocuparse porque luego de eso a reasumido el antiguo presidente.

- EL Diego esta grave y lo internaron nuevamente, el país reza por el.

Bueno tu vieja te tira cualquiera de las cuatro primeras a las cuales vos respondes algo así como “pero que hijos de puta, no se puede creer” pero en definitiva lo que se te cruza por la cabeza es: “ y era lógico, menos mal que no le paso nada al Diego”.

Conclusión

La verdad que arranque mal no podes empezar un discurso poniendo en la primer oración la palabra libro y menos, si los oyentes son un grupo de borrachos, ansiosos de asado sentimentalmente inestables, menos mal que tengo el blog así por ahí a alguien le interesa, aunque creo que en el renglón 10 a 15 me quedo un bache narrativo así que no los culpo si saltaron hasta la conclusión que, es la próxima palabra resaltada con negrita.